sábado, 17 de mayo de 2014

capítulo 4

La madre de María, Natalia, estuvo toda la mañana pensando en las palabras de la policía. No dejaban de repetir que la hija aparecida de unos millonarios era muy parecida a como ellos pensaban que sería la señorita García, pero le dijeron que era imposible porque según los señores Aguilar le habían hecho las pruebas pertinentes. La verdad era que era igual, le dijeron que era parecida porque así lo había querido la madre de Anne, no deseaba que aquella mujer intentara llevarse a la que ella había tomado por hija.
Pero ésta no se iba a seguir creyendo aquello sin comprobarlo. Averiguaría si esa que decía ser Anne era en realidad su pequeña. 
Una vez hubo terminado de comer fue a decir lo que había decidido hacer. Si esa era su hija la otra chica aún no había aparecido y estaba en peligro, al decir que debían hacer las pruebas delante suya y enseñárselas hacía un favor a todos.
Pero el policía nacional con el que habló se negó porque no quería enfrentarse a los padres de Anne, temía por su puesto porque él, al igual que todos, estaba seguro de que esa era María, y sabía que si insistía en el asunto le despedirían para contentar a aquel matrimonio que afirmaba que aquella a la que ellos tenían por María era Anne.
- Venga... Usted es policía. Se supone que está por encima de ellos. Sólo cumpliría con su obligación. Si se equivoca en ésto nadie podrá reprochárselo. -le dijo, empezando a desesperar.
- Son millonarios... Todos les obedecen. Son buenas personas pero en ésto no lo están siendo.- contestó. 
- No tenga miedo... -suplicó al borde de la desesperación.
Finalmente accedió a ayudar a aquella mujer, llevaba demasiado tiempo buscando a su hija y tenía derecho a estar con ella. Le dio la dirección de los padres de Anne.
Se personó allí después de merendar, necesitaba recuperar a su dulce hija. Pero al conocerla se decepcionó. Ahora era una joven déspota y maleducada. Pero no dejaba de ser María, y no dejó de insistir hasta que aquella pareja reconoció que no sabían con seguridad que fuera Anne.
- Mi hija fue secuestrada por la mafia para una red de prostitución... Y su hija raptada por el que era vuestro vecino, si esa es mi hija la suya aún está en peligro... Esto será bueno para todos. -argumentó.
- No... La nuestra ha vuelto... Eso pensamos. Mire... Sé que debimos hacer las pruebas pero no las hicimos y mentimos a la policía diciendo que sí cuando no era cierto... Hemos fallado a nuestra hija. -admitió el señor Aguilar.- Nuestra hija es bondadosa y recuerda su pasado, no es como la chica a la que hemos tomado por hija, que no es nuestra si no suya. Mañana iremos con usted al hospital a hacer las pruebas.
- ¡No! ¡De ningún modo! -exclamó la señora de la casa.- No vamos a comprobar nada. Váyase por dónde ha venido porque pierde el tiempo.
Su marido la miró y le dijo que debían hacerlo, por duro que fuera, por el bien de todos. La señora Aguilar dedicó cinco minutos a pensar y finalmente accedió. 
La falsa Anne recibió la noticia con fastidio cuando se enteró. Pero ideó un plan para lograr lo que quería, amenazaría con matar a Anne con la pistola que llevaba consigo en teoría para sentirse segura para que renunciaran a hacer aquellas pruebas.
- Esperad un momento... -María fue a coger la pistola y con ella buscó a Anne. La apretó contra su cuerpo y la llevó ante todos apuntando a su sien con el arma.
- O renunciáis a hacer las pruebas o la mato. -afirmó fulminando a los presentes con la mirada.
La señora García fue la única capar de hablar, los padres de Anne no eran capaces de reaccionar.
- María... -dijo, mirando a su hija preocupada.- Deja eso... No habrá pruebas. -mintió.
La joven creyó la mentira y dejó la pistola, para alivio de todos. Harían las pruebas pero sin que ella se enterara de que no habían renunciado a realizar las mismas.

2 comentarios:

  1. Se esta poniendo realmente interesante,espero ansiosa el resultado de las pruebas :D

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  2. Vaya que que es descarada Maria ,..pero esto va pintando mucho mejor veamos lo que sigue un abrazoo

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