lunes, 30 de junio de 2014

capítulo 27

Roberto y Manuel Mendoza, dos hermanos gemelos de 28 años que trabajaban para el padre de Laura por obligación desde los 18, decidieron que no podían continuar sometiéndose a aquel hombre cruel y despiadado. Fue por ello por lo que trazaron un plan para salvar de la muerte a los que estaban en las celdas de aquel demonio. Una vez hecho eso, volverían para tenderle una trampa y entregar a aquel miserable a la policía.
Aisha Hazin, como desconocía las intenciones de los jóvenes sicarios, se asustó cuando le dijeron que iban a ejecutarlos a todos aquel mismo día en el bosque. Cuando la secuestraron le dijeron que no la tocarían hasta dentro de dos semanas y aún quedaba una, no entendía el por qué del cambio de planes. Ahora su hermano ya no podría hacer nada por ella, iba a morir. Estaba aterrada. No deseaba dejar el mundo siendo tan joven.
Los llevaron a un lugar apartado, y allí les dijeron que eran libres.
Ella se quedó mirándolos desconcertada, quería creer lo que oía pero le costaba. Aquel dúo trabajaba para el hombre que odiaba a su familia, pensaba que aquello era una trampa, que iba a asesinarlos por la espalda en cuanto se dieran la vuelta. Pensaban que querían adelantar la ejecución haciendo creer a su jefe que habían intentado escapar. Aún así, decidió pensar que no mentían.
- Vamos a denunciar a ese malnacido. Nosotros trabajamos para él por obligación. No somos como él. -dijo Roberto. -Ese hombre nos separó de nuestra familia cuando teníamos 18 años y nos entrenó para que matáramos para él amenazándonos con matar a nuestros primos y a nuestros padres si no lo hacíamos. Pero ya no le tenemos miedo. Vamos a enfrentarnos a él. Iremos a comisaría poner una denuncia, vamos a tenderle una trampa para que le detengan. Le vamos a hacer creer que queremos hablar con él, lo vamos a llevar a un lugar apartado y, una vez estemos allí, lo arrestarán. -miró a la señorita Hazin, estaba aterrada aún, no sabía qué pensar de ellos.
- Entendemos que tengas miedo, pero puedes confiar en nosotros. -afirmó Manuel mirándola con dulzura.
Para su sorpresa, aquellos señores cumplieron su palabra.
Su hermano y London vendrían a recogerla  al día siguiente.
Serena estuvo con ella todo el día, la joven Aisha ignoraba que ésta estaba planteándose posicionarse de parte de los hombres del padre de Laura. La señorita Hazin pensaba que Serena era de fiar.
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El reencuentro con Ahmed fue muy emotivo. Él había sufrido durante una semana pensando que iba a perder a su hermana, y verla sana y salva le alegró. Fueron a por ella acompañados por su prometido, Muhammad Nasiff, dueño de una multinacional de transporte.
Se quedaría unos días con su hermano y London como invitada, no deseaban separarse de ella tan pronto. Su prometido se alojaría en un hotel cercano para estar cerca de ella.
Esto la alegró, iba a estar con todas las personas a las que apreciaba.
Lo que no sabía era que su amiga Serena tenía en mente tratar de acabar con ella.
(Imagen: Aisha tras su regreso a casa)

domingo, 29 de junio de 2014

capítulo 26

Poco a poco fue cesando la violencia contra London y Anne gracias a Ahmed, que no estaba dispuesto a permitir que las dañaran y denunciaba toda agresión cometida contra ellas.
Gracias a él, la paz llegó a sus vidas, aunque no sería por demasiado tiempo por desgracia.
Los empleados de Laura estaban furiosos y tenían algo en mente que afectaba a Ahmed Hazin. Iban a secuestrar a su hermana pequeña, Aisha Hazin, de 22 años de edad, para asesinarla. Sabían que eso le dolería dado que él la quería mucho, estaba muy unido a ella, era su confidente, a ella se lo contaba todo ya que era de confianza, era una gran persona. Acabarían con su vida poco a poco, la torturarían y golpearían hasta provocarle la muerte, y lo grabarían todo para que su hermano viera lo que le habían hecho.
Lo hicieron de madrugada, uno de ellos se había infiltrado en su mansión en Florida. La durmió con cloroformo y la encerró en el sótano de la mansión. Al día siguiente la obligaría a ir con él amenazándola con segar la vida de su hermano mayor.
Una vez la llevaron a la celda subterránea que sería su habitación hasta su muerte, llamaron a Ahmed para que lo supiera. Lo hicieron con número oculto.
El magnate, su esposa, Abdel y Anne sintieron el deseo de asesinar a aquellos malnacidos, querían acabar con ellos por lo que le deseaban hacer y esperaban que los pudieran detener a tiempo y que la condena fuera significativa. 
La tortura no empezaría hasta dentro de dos semanas, debían aprovechar ese tiempo, de ese modo la liberarían antes de que le hubieran causado mal alguno.
La pobre hermana estaba aterrada, iban a ejecutarla y tenía miedo de que su hermano no pudiera hacer nada para evitarlo.
Entabló amistad con otra joven a la que tenían presa para asesinarla al igual que a ella, Serena. Ella la ayudó a no perder la esperanza, era optimista y estaba convencida de que no morirían a manos de aquellos sicarios.
- Nos salvarán... No lo dudes. -le decía a menudo. -Debemos pensarlo, es o eso o hacer que nos tengan que asesinar con un disparo por intentar escapar.
Llegado un momento, Aisha decidió que aquello iba a ocurrir, su amiga tenía razón, era o eso o hacer que la mataran, y la última opción no era justa porque su familia sufriría.
(FOTO: físico asignado a Aisha Hazin).

sábado, 28 de junio de 2014

capítulo 25

Debido a que habían estado acusadas de asesinato, aún había quien no deseaba tener cerca a London y a Anne, y por desgracia los más adinerados eran los más reacios. No deseaban vestir la ropa que diseñaba London y no la invitaban a las fiestas, y hablaban mal de ella cuando no estaba presente. También perdió costureras, no querían trabajar para alguien que había estado en prisión.
En el caso de Anne, en la universidad se dedicaban a fastidiarla, pensaban que lo merecía dado que todos estaban seguros que no era tan inocente, no se creían que ellas no fueran culpables.
Un día, a Anne le destrozaron los apuntes y un malnacido hizo volar por los aires el edificio ocupado por completo por el taller de London en Los Ángeles de madrugada. Esto hizo que el magnate y su primo se quisieran morir, no podían permitir que sus esposas fueran tratadas de ese modo. No merecían ser despreciadas, ellas no habían hecho nada malo, su único error había sido casar con Marcos García, un malnacido.
Denunciaron lo que le estaban haciendo a Anne en la universidad para que dejaran de hacer de su vida un infierno, y en cuanto a lo de London, pudieron denunciar porque al culpable se le había caído la cartera, y una de las pocas costureras que seguían trabajando para la joven diseñadora la había recogido cuando llegó por la mañana a trabajar.
Lo del incendio prosperó, pero no ocurrió lo mismo en el caso de Anne porque la universidad se negó a investigar, se negaban a socorrer a una antigua presidiaria.
Fue por ello por lo que decidieron que uno de los hombres de Ahmed pediría al colegio que instalara cámaras de seguridad en todas partes, diría que los gastos correrían de su cuenta si era necesario.
- Me parece una gran idea. -dijo Anne mirando a Ahmed emocionada cuando se lo dijeron.- Espero que les convenzas y acepten.
- Estoy seguro de que lo harán. -afirmó con una tierna sonrisa dibujada en los labios.
Tras decir aquello, el adinerado magnate sacó su móvil y marcó el número de la universidad.
La propuesta fue aceptada, instalarían las cámaras en una semana.
Esto alegró a los cuatro, estaban seguros de que no volverían a molestar a Anne.
Pero no ocurrió así. Por desgracia, la esperaban a la salida para pegarle e insultarle.
Fue por ello por lo que Ahmed decidió enviar a uno de sus hombres a grabar lo que le hacían a la salida de la universidad.
Por desgracia, cuando lo hizo, uno de aquellos salvajes le descubrió. Pudo evitar que le quitaran la cámara, pero no que enviaran a alguien a matarle envenenándole.
El juicio fue lento, tanto que aquellos miserables pudieron huir del país. Esto hizo que se desesperaran. Pensaban que lograrían librarse de la condena.

miércoles, 25 de junio de 2014

capítulo 24

Una tarde, al llegar a casa tras haber estado en prisión hablando con su esposa y con Anne, Ahmed se encontró una sorpresa desagradable: Alguien había depositado varias cajas en el salón principal de la mansión, y al abrirlas vio dentro las cabezas de los hombres a los que había encomendado la misión de seguir a Marcos García. 
Pero eso no le hizo desanimarse, al contrario. Ese malnacido había secuestrado a su hijo, había segado la vida del señor Aguilar, padre de la mujer de su primo cuando éste estaba en Los Ángeles visitando a su pequeña, y había hecho que pareciera que habían sido ellas y ahora además había asesinado a varios de sus empleados por querer saber la verdad. Aquel desalmado debía ser castigado por todo el mal que estaba causando.
Un criado se le acercó por la espalda, era amigo de la diabólica pareja y deseaba que lo supiera y que fuera consciente de que su familia nunca estaría a salvo.
Le susurró al oído que él había asesinado a sus trabajadores por entrometidos y que, si decidía enviar a más, correrían la misma suerte. También le dijo que, en caso de que averiguara la verdad, alguno de los empleados del padre de Laura, el cual era Don de la mafia, liquidaría a su mujer y a Anne disparando contra ellas.
- No voy a parar hasta que caigáis... Mi mujer ahora está en la cárcel por vuestra culpa... Pero lograré que vuelva a casa. -aprovechando que el sirviente no miraba, cogió el móvil y puso la grabadora. Estaba confesando todo, no podía dejar pasar aquella oportunidad. 
Tras hacerlo se lo volvió a meter en el bolsillo. Estaba emocionado, al fin iba a tener algo para liberar a su amada. Pero debía disimular su alegría para que aquel miserable no sospechara. - Y cuando vuelva me aseguraré de que nadie pueda hacerle nada... Mi esposa no irá a ninguna parte sola. Siempre se encargará alguien de protegerla. Varios de mis hombres la acompañarán a todas partes y se asegurarán de que nadie la sigue. -miró a aquel hombre cruel y desalmado con desdén. -Haré lo que sea necesario para que esté a salvo. Y lo mismo haré con Anne. No permitiré que les deis muerte.
- No podrás evitar que disparemos contra ellas. -rió.
- Mis hombres grabarán todos los ángulos para que quede constancia en caso de que decidáis disparar. Serán muchos, no creo que podáis hacerlo, si atacáis sabrán que habéis sido vosotros. -dijo Ahmed mirándole muy serio.
- Eso ya lo veremos. -sentenció el empleado con sorna.
Tras decir aquello, se retiró.
Ahmed Hazin pidió a varios de sus empleados que tomaran las cajas y fueron con ellas y con el móvil a comisaría.
Al día siguiente, pusieron en libertad a London y a Anne y fueron indemnizadas.
Marcos y aquella arpía fueron condenados a pena de muerte, serían ejecutados al atardecer del lunes de la semana siguiente.
A las parejas y a la madre de Anne los cuatro días de espera se les antojaron eternos.
Cuando llegó el momento sintieron alivio, aunque algo les decía que todo aquello no había acabado, y no se equivocaban. La calma no duraría mucho.

martes, 24 de junio de 2014

capítulo 23

Marcos y Laura fueron declarados en busca y captura internacional. No tardaron demasiado en dar con ellos, aunque por desgracia no lograron que confesaran que el crimen lo habían cometido ellos.
Ahmed insistió en que no dejaran de interrogar a aquel diabólico dúo, pues estaba convencido de que habían sido ellos y no su esposa y la madrina de su hijo, estaba seguro de que ellas eran inocentes.
Pero no escucharon sus súplicas porque tenían más casos y no podían ocuparse del asesinato del señor Aguilar de forma indefinida.
London y Anne fueron condenadas a cadena perpetua, condena que, además de a ellas, sumió en la más profunda tristeza a sus maridos y a la madre de Anne, Margaret Smith, la cual se había instalado en Los Ángeles para estar cerca de su hija y poder apoyarla en aquellos momentos tan duros.
Aquella buena señora creía a su hija, no la consideraba capaz de cometer un crimen tan atroz, le costaba pensar en la posibilidad de que su pequeña hubiera asesinado a su padre. Anne era una joven bondadosa, era imposible que lo que todos daban por cierto lo fuera de verdad.
Debían hacer algo para demostrar la inocencia de London y Anne. El problema era que no se les ocurría nada.
Marcos García entregó por medio de un tercero un anónimo a Ahmed Hazin una semana después del juicio. En el anónimo decía que se alegraba de que se hubiera hecho justicia. Éste rompió la nota furioso tras leerla. Había sido él, estaba convencido de ello. Y encontraría el modo de demostrarlo. 
Encargó a cuatro de los diez hombres que vigilaban la mansión que siguieran al señorito García en todo momento y que grabaran todo lo que dijera e hiciera. Tenía la esperanza de que hablara con Laura de lo que habían hecho.
Pero los días pasaban, y no escuchaban nada extraño. Aunque Ahmed Hazin no perdió la esperanza, su mujer no era culpable, estaba seguro, habían sido aquellos dos malnacidos, y los iba a desenmascarar.
Un día, London provocó a un grupo de presas para que la mataran, no quería seguir viviendo porque sabía que no saldría jamás de aquel horrible lugar, y lo peor era que estaba allí por un delito que no había cometido. Por suerte, lograron separarlas de ella a tiempo, aunque le fracturaron un brazo y aquella noche abusaron de ella.
Anne logró calmarla y animarla y su esposo le prometió que la sacaría de allí. También le dijo que lograría que la condena de las que la habían violado fuera mayor.
Consiguió lo segundo pues aquellas malnacidas fueron condenadas a perpetua y quedaron avisadas de que si lo hacían otra vez la condena sería la pena de muerte, pero no lo primero. Sus hombres no obtenían nada. Ésto hizo que empezara a perder la esperanza.

domingo, 22 de junio de 2014

capítulo 22

Con la ayuda de Ahmed Hazin, la policía logró salvar al pequeño Abdel.
Su madre y sus padrinos se alegraron cuando les vieron, pero la alegría menguó cuando supieron que Marcos y su amante habían conseguido escapar. Mientras esos demonios estuvieran sueltos, ellos seguirían estando en peligro.
La única que se mostró optimista fue Anne, pues quería pensar que no volverían a molestarles. Se había prometido que no viviría con miedo, y para ello debía pensar que nada malo iba a ocurrirle, que a partir de ahora la vida le sonreiría.
Aunque no fue así, por desgracia. Aquella diabólica pareja tenía en mente algo que arruinaría la vida a London y a Anne: Iban a asesinar al padre de Anne y harían que pareciera que ellas habían cometido el crimen.
De ese modo ambas acabarían en prisión y sus vidas se convertirían en un infierno. 
Laura pensaba que en la cárcel o las asesinarían o se suicidarían. 
Al igual que Marcos, estaba convencida de que era un plan brillante y nada se torcería.
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London deseó morirse cuando supo que habían asesinado al padre de su amiga y que ella y la hija de la víctima eran sospechosas. 
No tardó en pensar en Marcos, él era la única persona a la que conocía capaz de algo así. Pero por desgracia no podía demostrar que ella y Anne eran inocentes.
Ahmed no se resignó y prometió a su esposa que encontraría a ese malnacido y lograría que confesara que el crimen lo habían cometido él y su amante.
El magnate pagó la cuantiosa fianza para evitar que su mujer y la madrina de su hijo ingresaran en prisión y habló con la policía para convencerles de que debían dar con Marcos antes de condenar a las sospechosas.
Accedieron a hacerlo, aunque les costaba creer que todo hubiera sido cosa de Marcos porque las pruebas parecían genuinas, nada indicaba que la escena del crimen hubiera sido manipulada.
Mientras, Marcos y Laura hablaban de lo que habían hecho. 
Conversaban sobre la fiesta que organizarían para celebrar el éxito de su plan, pues sabían de boca de sus informadores que todo iba según lo esperado. Sólo restaba negar que ellos hubieran sido los asesinos en caso de que les detuvieran e interrogaran.
Ya sentían que habían ganado, pensaban que nada fallaría, creían que su plan era de verdad infalible. 


sábado, 21 de junio de 2014

capítulo 21

Marcos hablaba con Laura, su bella amante argentina, de lo que iba a hacer. La había conocido por su actual profesión, sicario de la mafia. Ella era la hija del Don. El amor entre ellos no tardó en surgir.
- Yo propongo asesinar a sus maridos. Sabemos gracias a Charlie y Ben que están casadas. -le miró esbozando una sonrisa maliciosa.- Yo me encargaría de ese magnate del petróleo musulmán de origen iraquí que hace tan feliz a la buena de London y tú segarías la vida de Abdel. -propuso ella.
- No. Quiero que sean ellas las que mueran. -sentenció él furioso.- Y tú no harás nada. Yo me encargaré de las dos. -golpeó la mesa furioso, odiaba que le contradijeran.
Mientras aquella pérfida pareja conversaba, la joven y dulce London daba a luz a un barón en un hospital de Los Ángeles. 
El parto fue complicado pero por fortuna todo fue bien. El sufrimiento dio paso a la alegría cuando London y Ahmed tuvieron a su hijo en brazos. Mientras lo acunaba, la señora Hazin pensaba en lo feliz que sería su hijo, le darían la infancia que ella no tuvo. Ella tuvo que sufrir a su padre, el cual la maltrataba y abusaba de ella.
Ahmed no cabía en si de gozo.
Anne y Abdel no tardaron en unirse a ellos. Serían los padrinos del pequeño.
Lo que no sabían era que una de las enfermeras conocía bien a la familia mafiosa para la cual trabajaba Marcos ahora: Era la sobrina del Don.   
Aquella joven entró a trabajar para el matrimonio como niñera de su hijo, al cual habían puesto el nombre de su padrino, Abdel.
Tras estar una semana en aquella casa, secuestró al bebé. 
Llamó a los padres nada mas llegó a Argentina para hacerles saber lo que haría con su hijo.
Lo iban a quemar vivo.
- Lo salvaremos... -dijo Ahmed abrazando a su esposa para reconfortarla.- No permitiré que esos malnacidos acaben con la vida de nuestro hijo.
Se mantuvo entero ante ella todo el día para ser su apoyo pero al llegar la noche rompió a llorar. Estaba aterrado. Ambos lo estaban. La vida de su hijo estaba en peligro.

miércoles, 18 de junio de 2014

entrada especial: físico asignado a Ahmed Hazin, primo de Abdel y marido de London y físico asignado a Margaret Smith, madre de Anne.



(físico asignado a Ahmed Hazin)
(físico asignado a Margaret Smith)



capítulo 20

Tumbado en su cama, Marcos pensaba en su conversación con London. Aquella joven volvía a ser como cuando se casaron, volvía a ser dulce e inocente, pero él no podía hacer lo que le pedía. Le gustaba su nueva personalidad, disfrutaba siendo cruel. Era feliz siendo así, sentía que tenía poder.
Cogió el móvil de Anne y marcó el número de Abdel. Le dijo dónde vivían para que fuera, quería hablar con él para convencerle de que lo que decía su esposa de él no era verdad, para tratar de hacerle creer que él no había asesinado a su hijo.
El señorito Hazin logró que le dieran una semana en la empresa y fue a Los Ángeles dispuesto a decir a ese indeseable lo que pensaba de él.
Los padres de Anne fueron con él, querían ver a su hija, pues por culpa de el señorito García sólo habían podido hablar con ella el día siguiente a la boda, en esa conversación ella, forzada por su esposo, dijo que esa sería la última conversación que tendrían porque no les perdonaba el hecho de que al principio no querían que fuera a vivir a Los Ángeles con Marcos. El señorito García también la obligó a decir que odiaba a Abdel por afirmar cosas horribles sobre su marido.
Pero ya sabían la verdad, e iban a sacar a la joven y bella Anne de aquel infierno. Irían allí y la llevarían a Madrid, lugar del que jamás debió salir.
Ignoraban que les esperaba una sorpresa desagradable en casa de aquel monstruo. 
Como no pudo engañarles, llamó a dos sicarios que estaban escondidos en aquella mansión para que les dieran muerte por entrometidos.
Pero éstos se negaron a hacerlo. Aquellos hombres eran agentes encubiertos amigos de la dulce London, ésta les había pedido que propusieran el crimen a su ex esperando que éste se negara, pero por desgracia aceptó. 
Para London Hale fue duro saber que Marcos era un psicópata, pero al menos ahora lo sabía y le iban a condenar por lo que pretendía hacer y por todo lo que había hecho. La estadounidense estaba tan feliz que organizó una fiesta en su mansión para celebrar la liberación de la joven a la que ya consideraba su amiga, Anne Aguilar.
A la fiesta acudieron 50 personas. Todos querían estar con la gran diseñadora London Hale en aquel momento tan feliz. Los señores Aguilar eran bien queridos en EEUU, allí todos admiraban a la madre de Anne, la famosa escritora de novelas de amor y misterio Margaret Smith. Justo por eso nadie faltó a la celebración.
En la fiesta, London conoció al primo de Abdel, un magnate del petróleo de origen iraquí muy atractivo que actualmente vivía en Los Ángeles. La atracción fue mútua. 
Se intercambiaron los teléfonos y acordaron que quedarían al día siguiente para conocerse. Él la invitaría a cenar.
Pero por desgracia la felicidad duró poco, porque justo el día siguiente se enteraron de que Marcos había huído del país.
London y Anne se sintieron morir cuando se enteraron. Si estaba libre podía volver para darles muerte, por lo que deberían ser muy cautas.
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Dos años después...
Año 2016.
Anne ya estaba casada con Abdel y London con el primo de éste y ambas eran muy felices. Vivían en Los Ángeles y por primera vez estaban disfrutando de la vida. Ya no pensaban en Marcos, creían que ya no volvería. Y se equivocaban. 
El señorito García estaba en Argentina, en una casa rural que había adquirido, ultimando los detalles de un plan que tenía para acabar con ellas. Pronto volverían a saber de aquel malnacido.

lunes, 16 de junio de 2014

capítulo 19.

Aquella noche, alguien en Beverly Hills apenas pudo dormir a causa de la culpa. Ese alguien era London Hale, ex esposa de Marcos García. Aquella dulce y bella joven de 23 años se sentía mal porque había adoptado durante un tiempo la forma de ser fria y cruel de sus progenitores por miedo, y había hecho que el señorito García lo hiciera con ella por la misma razón. Sus padres habrían encargado a un sicario que acabara con la vida de ambos en caso de no haberlo hecho. Su verdadera personalidad era bien distinta. Ella no era nada clasista y odiaba la violencia, y admiraba a Anne, aunque sus padres la habían obligado a odiarla. Lo cierto era que pensaba como aquella joven.
Fue por ello por lo que decidió que se disculparía con ella y con Marcos al día siguiente. Debía hacerlo, pues la culpa la estaba consumiendo. Tal vez no la perdonaran, pero al menos podría dormir ocho horas por la noche.
Fue Marcos el que abrió la puerta. Le dijo que Anne estaba en el hospital porque había caído por las escaleras.
- Vaya... -contestó intentando no llorar, era muy sensible.- Espero que se recupere. Venía... Venía a decir que lamento todo, que ya no deseo que acabes con Anne. Yo no obré bien contigo y lo siento, quiero que vuelvas a ser tú, yo ya he vuelto a ser yo. -le miró tierna.- Hazlo por ella. Vuelve a ser ese chico tímido que tanto me gustaba... Y ante todo sé bueno con la señorita Aguilar. Si no lo eres... Te haré sufrir por torturar a esa dulce criatura. -le miró con una amplia sonrisa dibujada en los labios.- No la trates como no merece.
- De acuerdo... -mintió el señorito García.
- Espero que lo hagas. Y ahora dime el nombre del hospital en el cual Anne está ingresada y la habitación. -le dijo mirando seria a su ex.
Él se lo dijo y se despidieron.
Anne no la perdonó, para ello debería demostrarle que era de fiar. London lo aceptó de buen grado, la entendía.
Hablaron de Marcos y de su caída, y la señorita Hale se percató rápido de que su ex la maltrataba, lo notó porque hablaba de él con miedo.
Ella la miró apenada, se sentía culpable de aquello. Ignoraba que aquella era la verdadera forma de ser de Marcos, no sabía que aquel hombre no era bueno en absoluto.



(FOTOS: Físico asignado a London Hale). 

domingo, 15 de junio de 2014

capítulo 18

La vida de Anne junto a Marcos pronto se convirtió en un infierno. Él le decía que la quería día tras día, pero no lo demostraba con sus actos. Nunca le prestaba atención y cuando ella hablaba de pasar tiempo juntos, se enfadaba con ella y la insultaba y golpeaba.
Ella pensaba que llegado un momento cambiaría, pero el tiempo pasaba y empezó a perder la esperanza. Pero no lo hacía del todo, porque le amaba.
La gota que colmó el vaso llegó cuando quedó embarazada de él. El señor García no quería ser padre y la hizo abortar golpeando su vientre repetidas veces. Tuvo que ser ingresada por ello. Su vida estaba en peligro, podía morir. Pero, por suerte, los médicos lograron salvarla.
Marcos mintió acerca de la causa del aborto, dijo que ella se había caído por las escaleras.
La bella y joven Anne confirmó la versión de su esposo, pero sólo porque sentía que no debía contradecirle en ese momento, no habría sido una actitud inteligente a su parecer. Necesitaba desenmascararle ante todos, y pensaba que sabía qué hacer para conseguirlo. Lo único que debía hacer era provocarle en público, pensaba que haciendo eso confesaría ante todos que había matado a su hijo/a.
Un día fue a un parque lejano a su casa y llamó a Abdel Hazin. No hablaba con él desde la boda, ni con él ni con sus padres. Su esposo le había pedido que no lo hiciera.
Le hizo saber lo de su hijo. 
- Él golpeó mi vientre con fuerza y lo mató... Está... Está muerto, Abdel. Mi hijo ha... Mi hijo ha fallecido y la causa ha sido su padre. Marcos es... Marcos es un asesino. Tenías razón. Debí escucharte. Ésto es culpa mía. -dijo llorando sin parar.
- No digas eso. Aquí sólo hay un culpable: tu marido. -contestó furioso.- Con gusto acabaría con la vida de ese malnacido.
- No... Yo no te escuché cuando me dijiste que no era de fiar y...
- No. -la interrumpió.- Tú único error ha sido confiar en quién no debías. Es él el que debe sentirse mal por lo ocurrido. -añadió deseando estar junto a ella en ese momento para abrazarla.
En ese momento, apareció Marcos. Había salido a dar un paseo y por desgracia había decidido ir a aquel parque. 
Volvieron juntos a casa. Él cerró la puerta con fuerza tras de sí y la violó. Tras eso la golpeó, dejándola sin fuerzas para levantarse. La llevó al sótano a rastras y allí la dejó encerrada.
Abdel, preocupado, decidió que pediría un permiso en la empresa en la cual trabajaba como gerente para ir a Los Ángeles. Sabía que su amada estaba en peligro, y quería salvarla.

sábado, 14 de junio de 2014

capítulo 17

1 año más tarde...
Año 2014.
Anne está emocionada. Se ha matriculado en la conjunta de derecho y dirección y administración de empresas y en breve casará con Marcos, sólo quedaba una semana para la boda. Lo amaba con todo su ser, aquel hombre la trataba como si de una reina se tratara. Le adoraba y admiraba. Era una persona especial, con talento y muy generosa. Lo que no sabía era que tenía una amante. La señorita Aguilar pensaba que su prometido le era fiel. Creía que él la quería tanto como ella a él. Aquella pobre incauta iba a casar con un hombre que había asesinado a su ex por el simple hecho de que seguía enamorada de él. Iba a ser la esposa de un asesino que le ponía los cuernos. Un hombre que mandaría que la mataran si ella descubriera que tenía una aventura con su secretaria. Se iba a dar a aquel monstruo pensando que casaba con un santo.
Abdel, su madre y sus dos hermanos irían a la boda, al igual que los señores Aguilar y el resto de amigos y familiares de Anne. Al señorito Abdel Hazin le dolía que Anne casara con Marcos porque no lo veía de confianza, pero no podía impedir que contrajera matrimonio con ese hombre, con el señorito García.
La boda fue espectacular. Fue por lo civil dada la condición de divorciado de Marcos. 
Ella casó pensando que no erraba. Aunque no le gustó el modo en que su ahora esposo miró a su secretaria. Aunque tras mucho meditar decidió que no había nada entre ellos. El amor que sentía por Marcos le impedía ver la realidad. 
No obstante, aquello la llevó a pensar que tal vez Marcos era una mala persona como decía su amigo, se planteó la posibilidad de que Abdel tuviera razón. Le dolía pensar de ese modo pero no podía evitar hacerlo. Tenía miedo de estar casada con un psicópata.
La noche de bodas no fue tan espectacular cómo ella había imaginado, parecía que Marcos no la deseaba lo suficiente, daba la impresión de que rozar el cuerpo de Anne le daba asco. Pero ella no dio importancia al hecho, la pobre pensaba que estaba nervioso porque se acababan de casar y temía no ser lo suficientemente bueno para ella.


(IMAGEN: Anne pensando en su noche de bodas)

viernes, 13 de junio de 2014

capítulo 16

Al llegar a casa, a Marcos le dieron una mala noticia: Sara, la joven con la que estuvo de los 17 a los 19 años, quería recuperarle. Ésto le molestó, ella formaba parte de su pasado, la amó por un tiempo pero eso había quedado atrás, él ahora era otro y estaba enamorado de una joven de su clase a la que pensaba moldear a su antojo. 
La llamó y le pidió que fuera a verle al día siguiente por la mañana para hablar del tema.
- Ven a mi casa a las doce. -dijo él en un tono de voz demasiado brusco. Aquella mujer que ahora era camarera le incomodaba, ya no sentía nada por ella, sólo sentía desprecio hacia su persona.
Ella se presentó en el domicilio puntual. Él la recibió con frialdad. Quería que supiera que su presencia no era de su agrado. Deseaba que entendiera que le provocaba naúseas.
La llevó a su habitación y la convenció de que se acostara con él dado que sus padres no estaban en casa. Tras eso le dijo que ya no quería nada con ella, que aquello lo había hecho porque para él era eso, una zorra, que si la quisiera alguna otra vez para algo sería para eso. 
Pero no habría próxima vez. Un sicario contratado por el señorito García la asesinó disparando cuatro veces contra ella cuando salió de aquella vivienda.
El joven Marcos simuló dolor y nadie sospechó de él. 
Sus padres no tardaron en personarse cuando supieron de lo ocurrido. Consolaron a su hijo pensando que éste era inocente.
- Ha... Ha sido horrible. La... La he tenido que ver morir. Te... Tenía toda la vida por delante. -afirmó Marcos simulando tristeza.
Al funeral asistieron Anne y Abdel. El señorito Hazin notó algo raro en la actitud de Marcos, no parecía muy afectado mas bien parecía que se alegraba de la muerte de Sara López. Ésto le llevó a creer que estaba involucrado en el crimen. Anne, por su parte, no notó nada y cuando su amigo le hizo saber sus sospechas, pensó que hablaba movido por los celos. 
Tras mucho meditar, la señorita Aguilar decidió que iría a Los Ángeles con Marcos. Sus padres se opusieron al principio pero al final tuvieron que aceptar porque su hija dijo que no volvería a hablarles si no la dejaban ir.
Abdel no vio con buenos ojos la decisión porque pensaba que Marcos no la iba a hacer feliz, pero tuvo que respetar la misma.
Aunque lo cierto era que el que era el amor de su amiga le parecía un psicópata manipulador, temía que buscara asesinarla, que no la quisiera realmente.

jueves, 12 de junio de 2014

capítulo 15

Aquella tarde, Abdel fue a casa de Anne para hablar con ella. Deseaba conocer mejor a aquella joven. De entrada le había parecido agradable, pero aún no podía formarse una opinión sobre ella dado que no la conocía. Algo le decía que la señorita Aguilar era una buena persona, respetuosa y honrada, pero nada le aseguraba que así fuera realmente. Sólo era una impresión.
Le abrió la puerta Marcos. Abdel le saludó sonriente pero algo le decía que aquel señorito no era de fiar. Había algo en su mirada que no le gustaba. La de la señorita Aguilar era limpia mientras la de él era turbia.
Sus sospechas se vieron confirmadas cuando Anne le habló de él. El primo de María, la pérfida que durante un tiempo había ocupado su lugar, se había planteado matarla. 
- No podía ni podré hacer lo que mi prima quiere... Yo no soy un asesino. -aseguró el señorito García.
- Por eso la denunciaste. Sólo disimulabas para lograr desenmascararla. Querías ver si quería acabar conmigo. -le alagó Anne.
- Eso demuestra que eres un buen hombre. -dijo Abdel no demasiado convencido. Marcos no le agradaba, no le parecía sincero, pero no quería decir lo que pensaba de él en su presencia.- Actuaste como debías.
- Sí. Sabía que mi prima haría algo contra mi amada Anne. Y decidí fingir que estaba de su parte para descubrir qué era lo que tramaba. -afirmó mirando a Abdel muy serio. 
Tras decir aquello, el señorito García se despidió de ambos y se fue pero antes de hacerlo dijo a Anne que le gustaría que fuera con él a Los Ángeles. 
- Yo vóveré la semana que viene. Ven conmigo. -la miró esperando que su respuesta fuera un sí.
- Lo pensaré. -contestó.
Ésto molestó a Marcos. Se alejó maldiciendo a Anne en su mente.
- No me agrada ese hombre... Aún no le conozco lo suficiente como para opinar pero... No me gusta. No me inspira confianza. Ten cuidado con él. -sentenció Abdel tomando las manos de Anne entre las suyas.
- No temas... Sé bien que debo asegurarme de que es sincero antes de darle mi confianza. -aseveró la señorita Aguilar.
Abdel decidió creerla, aunque no quedó demasiado convencido. Ella amaba a Marcos, era evidente, y eso la hacía vulnerable frente a los posibles engaños de ese joven.

miércoles, 11 de junio de 2014

entrada especial: ficha Abdel.

Físico asignado: entrada anterior.
Él: Tiene 22 años. Es hijo de un notario de origen iraquí y una actriz española. Vive en Madrid. Es musulmán. Cree en el respeto, jamás rechazaría a alguien por sus creencias ni por ninguna otra razón. Amará a Anne y deseará estar con ella, pero entenderá si al final se decide por Marcos. Aunque él cree que Marcos no la merece por lo que tramaba hacer.

entrada especial: físico asignado a Abdel.



martes, 10 de junio de 2014

capítulo 14

Gracias al psicólogo, Anne recuperó las ganas de vivir.
Su amistad con Marcos también la ayudó, él la hacía sentir bien, se sentía segura a su lado. No obstante, sentía que algo no funcionaba, algo le hacía pensar que aquel joven le ocultaba algo importante. Fue por ello por lo que pidió a tres hombres a su servicio que le siguieran, que se turnaran para seguir todos y cada uno de sus movimientos.
Así lo hicieron, y por fortuna escucharon una conversación con su prima en la cual hablaban de lo que él haría en breves. Él se opuso al principio pero finalmente cedió.
Anne no pudo evitar romper a llorar cuando se lo refirieron. Ella se había enamorado de Marcos, y saber que él quería acabar con ella la destrozó.
Sus hombres le dijeron que podía denunciar dado que habían gravado la conversación. Ésto la alegró un poco, al menos serían castigados. Aunque le doliera, aquellos dos indeseables habían conspirado contra ella cuando ella había sido buena con ellos, merecían ir a prisión. 
Al día siguiente, nada más despuntar el alba, se levantó de la cama, se vistió y fue a comisaría con la grabadora. 
Para su sorpresa, allí le dijeron que la denuncia ya estaba puesta.
- Ha sido uno de los implicados. No quería seguir participando y ha puesto denuncia.- le comunicaron.- El joven Marcos García iba a cometer un crimen. Pero al denunciar ha demostrado no ser un asesino.
- Yo no sé qué pensar... Sí, ha hecho lo correcto, pero mucho me temo que ya jamás podré volver a confiar en él. -afirmó ella sin salir de su asombro.
Al salir, tropezó con el hijo de una amiga de su madre. Era un joven realmente guapo, parecía sacado de una revista. 
- Perdona... Iba distraído.- la miró esbozando una amplia sonrisa.- Me alegra que al fin estés en casa, Anne. Soy Abdel Hazin, mi madre es amiga de la tuya. Su nombre es Alicia de la Vega, tú la conociste aunque lo más probable es que ya no te acuerdes. Tú tenías dos años cuando se conocieron.
- La recuerdo, cuando se conocieron tú tenías cuatro años, y ambos estábais desolados. -afirmó Anne feliz de estar con alguien conocido. 
- Mi padre acababa de morir, sólo había pasado una semana desde su muerte.- lanzó un largo suspiro.- Murió a causa de un accidente de coche. Un conductor borracho chocó con él. Murió en el acto.-le contó poniéndose triste al recordar a su padre.
- Ánimo...-le abrazó para reconfortarle.
Así estuvieron cinco minutos. Transcurrido ese tiempo, ella dijo que aún no había desayunado. Él la acompañó hasta la puerta de su casa. La contempló embelesado mientras entraba. Era preciosa. En cuanto a su forma de ser, no la conocía, pero algo le decía que tenía ante él a una gran mujer.

lunes, 9 de junio de 2014

capítulo 13

Anne comenzó a acudir al psicólogo, fue ella la que pidió ir dado que se sentía incapaz de superar por si misma, sin la ayuda de un profesional, todo lo vivido a lo largo de su vida.
La imagen de aquel monstruo tumbado en la cama y atado de pies y manos a una silla mirándola desafiante la atormentaba por las noches. No era capaz de dormir ocho horas, se despertaba constantemente llorando y gritando.  Soñaba que regresaba y acababa con su vida. Le costaría reponerse y hacer vida normal.
Tardó un mes en atreverse a salir a la calle. No lo hacía por miedo a que la volvieran a raptar o la mataran de un disparo. 
Lo hizo porque Marcos insistió en que fueran a comer a un italiano. Aquel miserable quería ganar su confianza. Su objetivo era darle muerte, llegado un momento empezaría a cocinar para ella comida envenenada para acabar con su vida poco a poco. 
Su prima María y su esposa así lo querían y él deseaba complacerlas.   Él amaba a Anne, pero sentía que no era con ella con la que debía posicionarse debido a que se empeñaba en defender a los pobres, los cuales a su entender no eran dignos de compasión. Sentía que su mujer tenía razón al afirmar que la clase baja no merecía el respeto de la clase alta. 
Al principio le horrorizaba la idea de que tendría que segar la vida de aquella joven tan dulce y tierna a la cual amaba, pero con el tiempo su conciencia dejó de hablar y empezó a pensar con agrado en lo que iba a hacer porque se convenció de que era justo que muriera.
Anne no sospechó nada y cada día se sentía más unida a Marcos. Ignoraba que éste no la amaba, que se acercaba a ella para fines bien distintos de los que decía que perseguía. No buscaba conquistar su corazón, buscaba que éste dejara de latir.

viernes, 6 de junio de 2014

capítulo 12

Tras pasar cinco semanas con aquel indeseable que nuevamente había vuelto a alejarla de su familia para atormentarla usándola como juguete sexual, Anne empezó a pensar que no merecía la pena seguir viviendo. No hacía más que sufrir, si deseaba acabar con su desgracia debía poner fin a su existencia.
Ella sabía que no sería capaz de hacerlo, fue por ello por lo que determinó que obligaría a su raptor a asesinarla escapando. Huiría ante sus ojos, al verla intentar ir junto a sus progenitores él la asesinaría, convencida estaba de ello.
Ejecutó su plan aquella tarde, pero su secuestrador no disparó contra ella como pensaba que haría, se limitó a decirle que, si huía, eliminaría a sus padres. Eso la hizo volver a aquella casa rural en la que él la violaba día tras día y la torturaba. No deseaba poner en peligro a las personas que la habían traído al mundo, aunque hubieran tomado por hija a María, una joven cruel y déspota, todo lo contrario a ella que jamás trataba mal a persona alguna.
Pero no se resignaría a aquel destino horrible, no iba a dejar que aquel hombre hiciera con ella todo cuanto quisiera como estaba haciendo, no quería ser su juguete durante el tiempo que él estimara, se negaba a dejar que la usara y luego la asesinara. 
Decidió que le dormiría con cloroformo y lo ataría a una silla. Le exigiría, apuntándolo con su arma, que le dijera cómo llegar a la comisaría de policía más cercana. Una vez se lo hubiera dicho, lo volvería a dormir y escaparía de aquel lugar sin mirar atrás. Lo denunciaría para que le buscaran y lo metieran entre rejas.
Tardó tres días en decidirse a llevar a cabo su plan, no podía hacerlo sin antes pensar bien cada detalle, no podía permitirse fallar, no era su vida la única que estaba en juego.
Por fortuna, todo fue según lo esperado. Robó el cloroformo de su mesita de noche y lo durmió con él, por fortuna no se despertó, no la oyó entrar en su cuarto y tampoco escuchó el sonido del cajón al abrirse y cerrarse.
Le ató a una silla y cogió su pistola, conocía bien los lugares en los que la guardaba, por lo que encontrarla no le supuso esfuerzo alguno. Le amenazó con ella cuando despertó y le dijo que le indicara cómo ir a la comisaría si quería vivir.
Se resistió pero terminó haciéndolo, estaba convencido de que no lograrían detenerle.
Una vez le indicó cómo ir, volvió a dormirle y corrió, deseaba alejarse de aquel lugar lo más rápido posible.
Tras decir al agente dónde estaba aquel malnacido, pidió quedarse en un internado una temporada, no deseaba poner en peligro la vida de Natalia. Y pidió protección para sus padres. 
- Tus padres serán informados de la amenaza de ese hombre y contratarán protección. Y hablando de ellos... Han repetido las pruebas de ADN. Saben que eres Anne, su hija, la hija que perdieron por culpa de ese canalla que teníais por vecino. -le dijo feliz de ser portador de tan buena noticia.
La señorita Aguilar miró al policía sin saber qué decir. No cabía en sí de gozo. Al fin sus padres la habían reconocido, estaba segura de que terminaría ocurriendo.
Preguntó por el destino de la señorita García y pidió que no la encarcelaran. Aquel guardia civil le dijo que no lo harían si no lo deseaba, pero le hizo saber que la tendría que detener si trataba de dañar la de algún modo.
- Gracias... Y no se preocupe. No me hará nada. No creo que sea mala, obra así por todo cuanto ha sufrido, sé bien por lo que ha tenido que pasar por propia experiencia por desgracia. -miró a aquel hombre con una amplia sonrisa dibujada en el rostro.
Cuando volvió a casa, sus padres la recibieron con los brazos abiertos y se disculparon infinitas veces.
Ella recibió sus mimos y sus palabras con agrado. Algo le decía que ya nada se torcería, que la vida empezaría a sonreír-le. A Marcos lo notó extraño, pero pensó que se debía a que había temido por su vida. No imaginó ni por un instante que él estaba ahora de parte de su prima, había hablado con su esposa y ésta le había convencido de que debía apoyar a su prima y no a esa defensora de los pobres y desamparados. 
(Imagen: Anne volviendo a casa.)

jueves, 5 de junio de 2014

capitulo 11

Cuando Anne despertó y se dio cuenta de que estaba en una casa desconocida quiso gritar, pero le faltó valor. Temía que la mataran si lo hacía.
El que era su vecino se personó ante ella para aclararle la situación. Le dijo que volvería a ser su juguete y que lo sería hasta que a él dejara de gustarle. Cuando llegara ese momento, la mataría.
Ella se quedó mirándolo a los ojos en actitud desafiante sin decir nada. No se sentía capaz de articular palabra alguna.
- Desnúdate niña. -le ordenó mirándola con deseo.
Ella obedeció, sabía que si le llevaba la contraria acabaría con su vida sin ningún miramiento.
Él también se quitó la ropa y la tomó sin ningún tacto.
Mientras, Marcos hablaba con los señores Aguilar. Había ido a visitarles para contarles lo ocurrido.
Los padres de Anne escucharon lo acontecido preocupados.
María, en cambio, se alegró de que ese canalla hubiera secuestrado a Anne de nuevo. Deseó en su mente que la encontraran muerta.
-Pobre... -dijo María simulando tristeza.- Espero que aparezca pronto. Ese hombre no tiene escrúpulos. En un pasado cercano yo era su niña... Y ahora ha decidido tomar a María. Espero que no la asesine.
- Yo también lo espero... Por su bien. -Respondió Marcos mirando muy serio a su prima.
- ¿Eres familiar de María? -preguntó.
- Sí. Soy su primo. -contestó sin apartar su mirada de la de ella. 
Pensaba que su prima estaba detrás del secuestro.
- Entiendo. -lanzó un largo suspiro y lo abrazó para reconfortarle.
Él siguió el abrazo, si quería saber dónde estaba Anne y también desenmascarar a su prima, debía hacerlo.
Los padres de Anne, por su parte, decidieron aquella noche que repetirían las pruebas de ADN  sin comentarlo en casa ni en ningún lugar que no fuera el hospital. Querían saber si la joven secuestrada era Anne. Porque en caso de ser así, la falsa Anne podía estar detrás de aquello.
Ésta vez, por suerte, María no se enteró. 
Los resultados revelaron que aquella joven no era Anne. 
La señora Aguilar se sintió morir. Su hija podía ser asesinada y moriría pensando que sus padres no eran buenas personas.
Fue por ello por lo que llevaron a María a comisaría. Allí la sometieron a un duro interrogatorio. Pero como no había sido idea suya el secuestro nada dijo.
Los señores Aguilar empezaron a perder la esperanza, temían que cuando dieran con su hija ya estuviera muerta.

miércoles, 4 de junio de 2014

capítulo 10

Aquella noche, la falsa Anne apareció en televisión. 
El que fue vecino de la señorita Aguilar enfureció al ver que aquella joven no era Anne, y decidió que contrataría a Antonio, un sicario amigo suyo, para que buscara a la dulce criatura que secuestró y la raptara para traerla junto a él de nuevo. Se conocían porque él fue traficante en un pasado, y pondría la mano en el fuego por aquel hombre dado que era el más eficaz, su total falta de escrúpulos y su astucia hacían de él el delincuente perfecto. Estaba convencido de que no fallaría, él siempre encontraba el modo de llevar a cabo lo que le pedían.
A aquel asesino no le costó demasiado encontrar a Anne. La vio  tres días después comiendo en un italiano con Marcos.
Ella notó que un señor la miraba demasiado pero no le dió importancia. Marcos en cambio si lo hizo, pensaba que aquel hombre podía causar mal a la señorita Aguilar.
- No puedo vivir con miedo... Si siempre temiera que alguien me va a secuestrar como hizo aquel malnacido, no saldría de la casa de tu tía. -dijo ella mirando al joven Marcos con una tierna sonrisa dibujada en los labios. -Me niego a ver a todo el mundo como posibles amenazas.
-No es miedo irracional. Una cosa es no temer a nadie y otra ignorar las señales. Ese hombre no deja de mirarte... Y lo hace de un modo extraño. -respondió él mirando preocupado al sicario.
Ella no negó lo que decía, le dio la razón, pero se prohibió a si misma tachar a aquel caballero de amenaza. No quería vivir con temor.
- Si te causa mal de alguna forma le mataré con mis propias manos. -afirmó muy serio mirándola a los ojos.
- No tendrás que hacerlo... No me hará nada, al menos eso espero. -se acercó a él y acarició su mejilla. Estaba aterrada, y deseaba calmarse, justo por eso negaba la evidencia. Deseaba ser feliz, vivir el momento sin pensar en nada. Lo que tuviera que ser sería. Quería tener una vida libre de preocupaciones, y sólo lo lograría si dejaba de temer al mal.
Pero su felicidad duró poco. Aquel psicópata entró esa misma noche  en la vivienda de Natalia García sin hacer ruido y tomó a Anne tras dormirla con cloroformo. 
La tía de María se sintió morir cuando por la mañana fue a buscar a Anne a su habitación y vio que no estaba.
Cuando se lo dijo a Marcos éste enfureció y juró que, en caso de que ese malnacido la tocara o la matara, acabaría con él. Anne era una gran mujer, no estaba dispuesto a permitir que aquel indeseable siguiera respirando si le hacía algo.

domingo, 1 de junio de 2014

capítulo 9

Anne y Marcos hablaron toda la tarde. La conversación giró prácticamente en su totalidad en torno a lo que había hecho María. Marcos deseaba ayudarla a recuperar a su familia, lo que su prima había hecho era cruel. 
- María siempre ha sido ambiciosa... Aunque ésto no es ambición. Es maldad. Hizo que tus padres dejaran de buscarte. Lo que ha hecho es imperdonable. Sé que tú no deseas que vaya a la cárcel porque ha sufrido mucho y crees que actúa como actúa debido a eso pero... Es allí donde merece acabar. -sentenció el primo de aquella pérfida.
- Ella ha sido obligada durante años a prostituirse... Tu prima ha sufrido lo indecible, ha actuado así porque su vida la ha llevado a ser una persona egoísta, el sufrimiento ha hecho que pierda la humanidad, tantos años sufriendo a indeseables la han convertido en un monstruo. Pero no es mala en el fondo, estoy convencida de ello. -afirmó Anne, quería que todos supieran quién era ella pero no deseaba hacer que María acabase en prisión, su objetivo era que ambas volvieran a sus respectivos hogares.
- Eres demasiado buena... Ésto que ha hecho mi prima sólo lo haría una mala persona. -tomó las manos de ella entre las suyas y las acarició. -Ha demostrado no tener corazón. Quería que acabaras en un manicomio. No tiene buen fondo.
- Puede que tengas razón... Lo cierto es que no sé qué pensar, pero quiero confiar en ella. A veces las personas que han sufrido actúan mal sin ser malas. -lanzó un largo suspiro. -Marcos, puede que tu prima sólo sienta que la sociedad le ha fallado. 
- Eso la habría llevado a ser egoísta... Pero no a robar la vida de una niña desaparecida. -dijo mirándola fijamente a los ojos con una tierna sonrisa dibujada en los labios. -Nadie con buen corazón habría hecho lo que ella ha hecho.
Anne se quedó mirándole en silencio, sin saber qué decir a continuación.
- Vamos a centrarnos en qué hacer para demostrar que yo soy yo, el destino de tu prima ya lo decidiremos más adelante. -dijo Anne al fin. No deseaba seguir hablando de María, ya decidiría más adelante si era o no mala.
- Deja eso en mis manos. Sé qué tengo que hacer. -dijo Marcos mirando a Anne con cariño.
- De acuerdo... -consintió ella. -Confiaré en ti, espero no tener que arrepentirme de haberlo hecho.
- No lo harás. -respondió él. Tenía un plan y algo le decía que funcionaría. -Pronto recuperarás tu vida.