viernes, 6 de junio de 2014

capítulo 12

Tras pasar cinco semanas con aquel indeseable que nuevamente había vuelto a alejarla de su familia para atormentarla usándola como juguete sexual, Anne empezó a pensar que no merecía la pena seguir viviendo. No hacía más que sufrir, si deseaba acabar con su desgracia debía poner fin a su existencia.
Ella sabía que no sería capaz de hacerlo, fue por ello por lo que determinó que obligaría a su raptor a asesinarla escapando. Huiría ante sus ojos, al verla intentar ir junto a sus progenitores él la asesinaría, convencida estaba de ello.
Ejecutó su plan aquella tarde, pero su secuestrador no disparó contra ella como pensaba que haría, se limitó a decirle que, si huía, eliminaría a sus padres. Eso la hizo volver a aquella casa rural en la que él la violaba día tras día y la torturaba. No deseaba poner en peligro a las personas que la habían traído al mundo, aunque hubieran tomado por hija a María, una joven cruel y déspota, todo lo contrario a ella que jamás trataba mal a persona alguna.
Pero no se resignaría a aquel destino horrible, no iba a dejar que aquel hombre hiciera con ella todo cuanto quisiera como estaba haciendo, no quería ser su juguete durante el tiempo que él estimara, se negaba a dejar que la usara y luego la asesinara. 
Decidió que le dormiría con cloroformo y lo ataría a una silla. Le exigiría, apuntándolo con su arma, que le dijera cómo llegar a la comisaría de policía más cercana. Una vez se lo hubiera dicho, lo volvería a dormir y escaparía de aquel lugar sin mirar atrás. Lo denunciaría para que le buscaran y lo metieran entre rejas.
Tardó tres días en decidirse a llevar a cabo su plan, no podía hacerlo sin antes pensar bien cada detalle, no podía permitirse fallar, no era su vida la única que estaba en juego.
Por fortuna, todo fue según lo esperado. Robó el cloroformo de su mesita de noche y lo durmió con él, por fortuna no se despertó, no la oyó entrar en su cuarto y tampoco escuchó el sonido del cajón al abrirse y cerrarse.
Le ató a una silla y cogió su pistola, conocía bien los lugares en los que la guardaba, por lo que encontrarla no le supuso esfuerzo alguno. Le amenazó con ella cuando despertó y le dijo que le indicara cómo ir a la comisaría si quería vivir.
Se resistió pero terminó haciéndolo, estaba convencido de que no lograrían detenerle.
Una vez le indicó cómo ir, volvió a dormirle y corrió, deseaba alejarse de aquel lugar lo más rápido posible.
Tras decir al agente dónde estaba aquel malnacido, pidió quedarse en un internado una temporada, no deseaba poner en peligro la vida de Natalia. Y pidió protección para sus padres. 
- Tus padres serán informados de la amenaza de ese hombre y contratarán protección. Y hablando de ellos... Han repetido las pruebas de ADN. Saben que eres Anne, su hija, la hija que perdieron por culpa de ese canalla que teníais por vecino. -le dijo feliz de ser portador de tan buena noticia.
La señorita Aguilar miró al policía sin saber qué decir. No cabía en sí de gozo. Al fin sus padres la habían reconocido, estaba segura de que terminaría ocurriendo.
Preguntó por el destino de la señorita García y pidió que no la encarcelaran. Aquel guardia civil le dijo que no lo harían si no lo deseaba, pero le hizo saber que la tendría que detener si trataba de dañar la de algún modo.
- Gracias... Y no se preocupe. No me hará nada. No creo que sea mala, obra así por todo cuanto ha sufrido, sé bien por lo que ha tenido que pasar por propia experiencia por desgracia. -miró a aquel hombre con una amplia sonrisa dibujada en el rostro.
Cuando volvió a casa, sus padres la recibieron con los brazos abiertos y se disculparon infinitas veces.
Ella recibió sus mimos y sus palabras con agrado. Algo le decía que ya nada se torcería, que la vida empezaría a sonreír-le. A Marcos lo notó extraño, pero pensó que se debía a que había temido por su vida. No imaginó ni por un instante que él estaba ahora de parte de su prima, había hablado con su esposa y ésta le había convencido de que debía apoyar a su prima y no a esa defensora de los pobres y desamparados. 
(Imagen: Anne volviendo a casa.)

1 comentario:

  1. ¡Qué alegría de que la suerte le sonría a Anne!
    Pffff Marcos se ha dejado manipular por su esposa....no debería dejarse manipular y pensar por si mismo

    ResponderEliminar