miércoles, 4 de junio de 2014

capítulo 10

Aquella noche, la falsa Anne apareció en televisión. 
El que fue vecino de la señorita Aguilar enfureció al ver que aquella joven no era Anne, y decidió que contrataría a Antonio, un sicario amigo suyo, para que buscara a la dulce criatura que secuestró y la raptara para traerla junto a él de nuevo. Se conocían porque él fue traficante en un pasado, y pondría la mano en el fuego por aquel hombre dado que era el más eficaz, su total falta de escrúpulos y su astucia hacían de él el delincuente perfecto. Estaba convencido de que no fallaría, él siempre encontraba el modo de llevar a cabo lo que le pedían.
A aquel asesino no le costó demasiado encontrar a Anne. La vio  tres días después comiendo en un italiano con Marcos.
Ella notó que un señor la miraba demasiado pero no le dió importancia. Marcos en cambio si lo hizo, pensaba que aquel hombre podía causar mal a la señorita Aguilar.
- No puedo vivir con miedo... Si siempre temiera que alguien me va a secuestrar como hizo aquel malnacido, no saldría de la casa de tu tía. -dijo ella mirando al joven Marcos con una tierna sonrisa dibujada en los labios. -Me niego a ver a todo el mundo como posibles amenazas.
-No es miedo irracional. Una cosa es no temer a nadie y otra ignorar las señales. Ese hombre no deja de mirarte... Y lo hace de un modo extraño. -respondió él mirando preocupado al sicario.
Ella no negó lo que decía, le dio la razón, pero se prohibió a si misma tachar a aquel caballero de amenaza. No quería vivir con temor.
- Si te causa mal de alguna forma le mataré con mis propias manos. -afirmó muy serio mirándola a los ojos.
- No tendrás que hacerlo... No me hará nada, al menos eso espero. -se acercó a él y acarició su mejilla. Estaba aterrada, y deseaba calmarse, justo por eso negaba la evidencia. Deseaba ser feliz, vivir el momento sin pensar en nada. Lo que tuviera que ser sería. Quería tener una vida libre de preocupaciones, y sólo lo lograría si dejaba de temer al mal.
Pero su felicidad duró poco. Aquel psicópata entró esa misma noche  en la vivienda de Natalia García sin hacer ruido y tomó a Anne tras dormirla con cloroformo. 
La tía de María se sintió morir cuando por la mañana fue a buscar a Anne a su habitación y vio que no estaba.
Cuando se lo dijo a Marcos éste enfureció y juró que, en caso de que ese malnacido la tocara o la matara, acabaría con él. Anne era una gran mujer, no estaba dispuesto a permitir que aquel indeseable siguiera respirando si le hacía algo.

5 comentarios:

  1. ¡Joder! ¡Han secuestrado a Anne! ¡Es un malnacido! Como siempre magnífico

    Actualice el mio :3

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  2. Vaya! cuando todo pintaba bien para Anne que pasara ahora???

    auhh.. q novela amiga un abrazooo

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  3. Hola Carmen,

    un gusto leerte.
    besos

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