capitulo 29

No fue Serena quien les abrió la puerta, lo hizo una de sus criadas. Los condujo al salón principal, lugar en el cual la señorita Waldorf disfrutaba de una taza de chocolate caliente.
- Perdona que te molestemos... -se disculpó Anne mirando a Serena fijamente.
- No te disculpes, querida... Soy vuestra amiga. -respondió la señorita Waldorf mirandoles con una sonrisa de falsa amabilidad dibujada en el rostro.
- Veras: Hemos descubierto que el blog en el cual están publicadas todas esas mentiras es el tuyo. Y... Sabemos bien que eres tú la que has escrito el artículo, no intentes decir que ha sido otra persona desde tu ordenador porque sabemos que has sido tú, varias de tus criadas a las que al parecer he caído bien te vieron y me lo han dicho. -afirmó Anne muy astutamente, si pensaba que la habían visto hacerlo confesaría.
- Mienten... Dame sus nombres y las despediré. -contestó furiosa.
- No... No lo voy a hacer. - la señorita Aguilar la fulminó con la mirada. Serena no tenía escrúpulos. Le daba asco. -Y eran siete. Dudo que tantas personas se pongan de acuerdo para mentir.
- Pues lo han hecho. Yo, Serena Waldorf, no he publicado eso. Lo han dicho porque piensan que les pago poco. -la miró por encima del hombro.
- Serena, no mientas. -intervino Aisha.
La joven Serena permaneció varios minutos en silencio. Al final decidió que les diría la verdad, de la dulce Aisha se encargaría un asesino a sueldo. Lo iba a hacer porque no sabía que la estaban grabando.
- Sí... Fui yo. -dejó escapar una sonora carcajada.- Me conviene ser amiga del padre de Laura. -las miró mal.- Sí, amiga del padre de la joven que mató al señor Aguilar con la ayuda de su amante y manipuló la escena del crimen. Es peligroso y no quiero ser de nuevo su víctima.
- Vaya... En ese caso olvídate de que hemos sido amigas. -dijo Aisha atravesándola con la mirada. No soportaba a los traidores. -Nos veremos en el juicio.
Tras eso, se retiraron, dejando a Serena riendo, la señorita Waldorf pensaba que no podrían demostrar que era culpable.
Aún así, decidió que se iría a vivir a Argentina con el padre de Laura, sería su nueva hija, y se harían compañía.
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Anne no pudo contener su rabia cuando le dijeron que Serena había huído.
Deseó que la encontraran pronto, a ella y a sus amigos mafiosos.
Por culpa de aquellos desgraciados ella y London habían vivido un infierno.