miércoles, 2 de julio de 2014

capítulo 31

A London, a Ahmed, a Aisha y a Muhammad Nasiff la en apariencia dulce Adela no les agradó en absoluto, algo en ella les decía que no era de fiar.
Anne y Abdel, en cambio, la adoraban, pensaban que, con el tiempo, la podrían considerar una buena amiga. 
- Anne, esa a la que tu llamas amiga no ha dejado de lanzar miradas asesinas a tu esposo, tal vez esté relacionada con el padre de Laura, con el señor Herrera. -dijo London, aquella chica le preocupaba. Tenía la certeza de que su fin era causar mal a Abdel. -¿O es que no te has percatado de ese detalle? -fijó su mirada en un cuadro que estaba colgado en la pared del salón principal de la casa de su amiga.
- Yo no quiero vivir con miedo y lo sabes, si esa es su intención, que espero que no, no podrá hacer nada a mi esposo. -respondió Anne. -Quiero ser feliz, disfrutar cada instante como si fuera el último. Nunca estaremos a salvo, piensa que nadie es de confianza, todos pueden matarme en un momento dado. Es por ello por lo que no pienso permitir que el miedo me haga pensar mal de todo el mundo. -afirmó segura de lo que decía.
- Estoy con mi esposa. -la apoyó Abdel.- No podrá matarme. Estoy convencido de ello. La descubriríamos antes en caso de que esa sea su intención.
- No le daremos la espalda en ningún momento cuando estemos con ella. -agregó su mujer.

-Pero incluso aunque digas que no le daréis la espalda... Si os saca una pistola...
- London... -la interrumpió Anne.- No temas. No podrá hacer nada. Tenemos hombres que velan por nuestra seguridad, ellos se encargan de que nadie entre en nuestra vivienda con armas.
- Pero London tiene razón. Aunque vosotros sabréis lo que hacéis... Pero id con cuidado. -intervino el prometido de Aisha.

- Tendremos cuidado... Ya lo hemos dicho. -contestó Abdel.
-Eso esperamos. -dijo Aisha mirando al resto.- Ahora mi prometido, London, Ahmed y yo debemos irnos. Hasta pronto y sed cautos.
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Aquella noche, Anne apenas pudo dormir. ¿Y si London y los demás tenían razón respecto a Adela? Después de todo, no sabían nada de ella. No conocía en absoluto a aquella chica, era una perfecta desconocida. Y lo de las miradas era cierto, se había dado cuenta dado que no lo hacía con disimulo.
El pánico se apoderó de ella. Temía que aquella joven asesinara a su esposo.
Pero al final decidió calmarse, lo más seguro era que no fuera así. Además, no debía alterarse estando embarazada.


(IMÁGENES:Anne defendiendo a Adela).

1 comentario:

  1. London y los demás han sabido calar a Adela,espero que Anne pueda darse cuenta a tiempo antes de que suceda una desgracia.
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