capítulo 32

La joven Adela llevó a cabo su plan dos días después, pero tuvo que modificarlo porque lo que tenía en mente no pudo hacerlo.
Había ido a comer a casa de Abdel y Anne Hazin, con la intención de emponzoñar la comida de él en un descuido, pero no pudo porque no apartaron la vista de ella.
Fue por ello por lo que obligó a Abdel a acompañarla amenazándole con asesinar a su esposa. Lo llevaría a uno de los países en los que tenía su familia negocios y allí le matarían los hombres de su tío.
Ante Anne fingió preocupación por la desaparición de su marido y ésta no notó nada extraño en su tono de voz.
Aunque sí que pensó en el señor Herrera, era el único que buscaba hacerles daño.
Algo le decía que el padre de Laura estaba detrás del rapto. De la joven Adela no sospechó, y eso iba en su contra porque la señorita Herrera no había llevado a su esposo a Argentina.
London y el resto intentaron hacerle ver que lo más probable era que Adela estuviera tras aquello, pero Anne no les escuchó y no solo eso, también se enfadó con ellos.
- No entiendo cómo puede estar Anne tan ciega. Para mi es evidente que Adela está tras esto. Ella ha raptado a tu primo. -dijo London a su esposo una vez Anne se hubo ido a su casa. - Si Abdel muere la culpa acabará con ella. -lanzó un largo suspiro.
- Yo tampoco entiendo por qué se empeña en pensar que la inocencia de esa joven no debe ser puesta en duda. -respondió el magnate.
- Debemos investigar a Adela, aunque Anne nos odie por ello si al final resulta que es inocente. -concluyó ella.
-Tienes razón, así sabremos si está o no relacionada con el señor Herrera. -la apoyó Ahmed mirándola admirado. -Pediré a varios de mis hombres que la sigan. -decidió.
Sin perder un momento, reunió a sus mejores guardias de seguridad para encomendar les la misión.
London le contempló mientras hablaba con ellos, esperando que lo trajeran a casa sano y salvo, ya que de no ser así su amiga se sumiría en una profunda depresión, Abdel lo era todo para la joven Anne.
-Espero que pronto tengamos noticias de tu primo, y que éstas sean buenas. -dijo a su esposo preocupada una vez se hubieron ido aquellos hombres. Lo besó apasionadamente, en aquellos momentos necesitaba sentir su calor más que nunca.
/////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
Al día siguiente, un policía francés llamó para decir que él y varios compañeros suyos habían liberado a Abdel dado que estaban infiltrados en la mafia del señor Herrera.
Esto alegró a todos, sobre todo a Anne, no concebía su vida sin aquel hombre.
Lo único malo fue que Abdel no sabía que la persona que había dado la orden era Adela, por lo que seguía en peligro.

 (Imagen: Abdel liberado)

(Imagen: Anne tras saber que han liberado a Abdel.)