domingo, 20 de julio de 2014

capitulo 60

La joven Fátima logró con amenazas que el cocinero y varios de los encargados de velar por la seguridad de los Hazin accedieran a ayudar la en su siniestro plan.
La dulce London fue secuestrada un día cuando se quedó sola en el jardín de la mansión con su hijo. Anne y los pequeños estaban jugando en la azotea y el magnate había salido a dar un paseo con su primo.
Ahmed enseguida sospechó de Fátima cuando llegaron a casa y vió que su mujer no estaba.
La culpable llamó al poco.
- Como puedes ver, me he tomado la libertad de secuestrar a tu amada mujer de California. -dijo Fátima arrastrando las palabras.- En estos momentos ya se encuentra lejos de aquí. -afirmó.- La vamos a matar, querido. Un sicario la quemará viva dentro de una semana. -le hizo saber. Estaba convencida de que no conseguiría rescatarla.- Te dije que sufriríais... Y yo nunca miento, querido.
- ¿En una semana? Darán con ella antes. -respondió el magnate. Se negaba a pensar en la posibilidad de perder a la mujer a la que amaba.
- Querido, tanto de día como de noche un número considerable de sicarios se encarga de vigilar que nadie trate de rescatarla. Al que lo intenta, le dan muerte. -le informó convencida de que todo lo que hiciera aquel hombre sería en vano.
- Daré orden de que la busque la policía en todo el mundo. Convencido estoy de que darán con ella y la traerán a casa sana y salva. -respondió el magnate, se negaba a contemplar la posibilidad de que aquella arpía lograra asesinar a London.
- Hazlo, no lograrán hacer lo que dices. -se miró las uñas de la mano que tenía libre esbozando una sonrisa maliciosa.
- Lo harán... No podrás poner fin a los días de la madre de mi hijo. -le espetó él antes de colgar.
Los pequeños se indignaron cuando les hablaron de lo ocurrido. Les dolía el hecho de que no habían podido defender la.
Ahmed les dijo que London volvería a casa y fue a poner la denuncia.
Anne y su primo fueron con él. No querían que estuviera solo en ningún momento porque sabían que estaba sufriendo.
- Ya verás como dentro de poco la tenemos aquí de nuevo. -dijo Anne en un intento estéril de mitigar su padecer.
- No sé... ¿Y si no es así y la mata? -rompió a llorar al imaginar una vida sin ella, sin su mujer. La quería con todo su corazón.
Abdel, su primo, le miró apenado. Aquel al que él llamaba amo del mundo no merecía sufrir de ese modo.
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Pasaban los días y la llamada para decir que habían encontrado a London viva y que volvía a su hogar no se producía.
Ahmed comenzó a perder la esperanza.
Pero al cuarto día, el teléfono sonó. Era un agente de la policía de Suiza, quería informar de que la esposa del magnate ya estaba a salvo.
Ahmed fue a buscarla acompañado del resto esperando que la vida empezara a serles favorable.
Pero no ocurriría aquello puesto que Fátima había escapado, y se preparaba para su próximo ataque: Esta vez secuestraría al magnate para retenerlo a su lado en contra de su voluntad.
Aquel joven tenía que ser para ella, fuera como fuera.
Tras leer sus cartas le amaba más, le gustaban sus principios, había querido a sus padres y todo cuanto hizo, su viaje con su hermana y su matrimonio, lo hizo porque a sus padres no les parecía una ofensa, y eso le honraba. Le parecía un gran hombre, debía retenerlo junto a ella y tratarle como merecía: con amor y cariño pero a la vez con odio por amar a London.
La joven ya lo tenía todo planeado. Pronto raptaría a Ahmed Hazin.

1 comentario:

  1. Menos mal que London pudo ser rescatada,pero ahora Fátima quiere llevarse a Ahmed,esper que no lo consiga

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